Teletrabajo y teleformación

El trabajo se convierte en teletrabajo y la formación pasa a ser teleformación

La teleformación está viviendo un incremento de su actividad ante los impactos en la sociedad del COVID19.

En los tiempos que corren, muchas empresas han decidido que sus plantillas teletrabajen sin una fecha concreta de vuelta a la oficina. Según el INE el porcentaje de trabajadores que trabajaban algunos días desde casa antes de la pandemia rondaba el 3% mientras que la media de la UE estaba en casi el 10%.

Sin embargo, desde marzo se han ido viendo un goteo constante de empresas que envían a la mayor parte o incluso la totalidad de sus trabajadores a realizar sus tareas desde sus hogares.

La teleformación: elemento clave en la formación de los trabajadores

Entre todas las implicaciones que tiene el teletrabajo en muchos casos implica la imposibilidad de realizar cursos de formación tradicionales para los trabajadores.

La teleformación es un sector que ya antes de la pandemia estaba viviendo buen momento. Hoy ha pasado a convertirse en prácticamente la única posibilidad de formación para aquellas empresas que no tienen previsto una vuelta a la normalidad.

Según Fundae (la fundación estatal para la formación en el empleo) los programas de teleformación suponían un 46,2% de las horas de formación que han recibido subvención entre los programas de 2018. Estos datos frente al 42% que supone la formación presencial y el 11,8% que supone la mixta.

Los datos de 2019 aún no están disponibles y obviamente el año 2020 que está en curso traerá un aumento considerable de la teleformación.

El 15 de abril el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal antiguo INEM) sacó un paquete de medidas extraordinarias para hacer frente al impacto del COVID-19 en lo que a la formación en el ámbito profesional se refiere. Entre estas medidas, se permitía el uso de aulas virtuales para formación presencial y la posibilidad de bonificación en caso de despido.

La emancipación de la teleformación

Así pues, en los últimos años la teleformación ha pasado de ser un complemento a la formación presencial, a que se haya convertido en la vía única de formación para muchas empresas.  

Mientras que hace años cualquier formación presencial se complementaba con presentaciones, vídeos o audios a los que el alumno podía acceder de forma complementaria o incluso voluntaria, actualmente la formación online se ha impuesto. En algunos casos la parte presencial el complemento a dicha formación o incluso se ha prescindido de la parte presencial por completo.

Anteriormente en la formación parecía que la única forma posible era formar grupos o individuos con docentes de manera presencial en un horario poco flexible.

Suponiendo en la mayor parte de las ocasiones pérdidas de tiempo y dinero en desplazamientos, clases canceladas, la imposibilidad de la conciliación etc.

Caso práctico: Ana Iturriada, responsable de formación

Hablamos con Ana Iturriaga, responsable de formación de inglés para empresas de phone english. Se trata una plataforma que ofrece cursos sin atender a horarios difícilmente compatibles, sin necesidad de salas para impartir cursos ni necesidad de formar grupos ya que se tratan de clases particulares para cada empleado.

aprender inglés online

Esta empresa lleva ya 9 años en el sector, con un crecimiento constante y manteniéndose como referente en formación de inglés para empresas tanto en lo que se refiere a formación bonificada como la de financiación privada. Su responsable nos comenta que “es cierto que en nuestros comienzos nos encontramos con prejuicios respecto a la viabilidad o no del aprendizaje de inglés mediante clases online. Sin embargo, aprender inglés online es una realidad con garantías, (…) hace que nuestros alumnos aprendan más rápido y mejoren las carencias a nivel hablado, que por lo general es el talón de Aquiles de los alumnos españoles.”

Entre sus grandes clientes se encuentran bancos, farmacéuticas, consultoras, un gigante del comercio electrónico, aseguradoras, pero es ahora el momento en el que están entrando muchas empresas medianas de sectores en los que no era tradicional trabajar a distancia.

«Otro cambio que hemos observado es que, nuestros primeros clientes eran empresas relacionadas o directamente del sector de las nuevas tecnologías o sectores en los que los empleados están deslocalizados como comerciales, ingenierías, empresas de servicios informáticos etc.

Sin embargo, actualmente nuestros clientes abarcan un amplio abanico de sectores y de distintos tamaños. (…)

Una vez que el uso de Internet, móviles, apps y las nuevas formas de relacionarnos se han hecho común a todos en nuestra cotidianidad, en Phone English contamos con alumnos que pertenecen a diversos sectores y ámbitos.”

Respecto al COVID-19 nos cuenta Ana el impacto sufrido: Obviamente tras los últimos acontecimientos vividos con la COVID 19 hemos experimentado unos momentos de incertidumbre, pero enseguida ha supuesto un crecimiento en nuestro perfil de clientes ya que como sociedad hemos visto como a marchas forzadas el teletrabajo y la teleformación se han impuesto y es una realidad.

El impacto en los centros de formación presenciales

Sin duda es un contraste absoluto el que hay con los centros de formación presencial tradicionales. Pese a su intento de adaptarse a las nuevas tecnologías en la pandemia para intentar convertir sus clases presenciales en teleformación, en muchos casos los docentes no tenían la formación adecuada ni los materiales estaban pensados para ello.

Aunque esperamos que esta situación sea temporal, se está haciendo demasiado larga. Entre los locales que han cerrado en Madrid los últimos meses se pueden ver varios centros de formación privados, e incluso franquicias con el cartel de “se alquila”.


Fuente: Agencia EFE

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