Lavamos bien los granos de sarraceno en un bol y los colamos. Repetimos el proceso 3 ó 4 veces para lavarlos bien.
Colocamos el sarraceno colado en un vaso de batidora junto con la chía y el lino y le añadimos el agua, tapamos y lo dejamos reposar 2 horas.
Pasadas las 2 horas añadimos la sal, la salsa de soja orgánica y las cucharadas de aceite. Batimos bien hasta que quede una pasta densa. Si queda algún granito sin triturar no pasa nada, quedará más rústico.
Forramos el molde con el papel vegetal y precalentamos el horno. Ponemos la mezcla en el molde y lo alisamos con una espátula sin apretar.
Cocinamos la preparación a 160° durante hora y media, con calor arriba y abajo, colocado en el nivel medio del horno.
Quedará algo húmedo y tierno por dentro mientras que el exterior se queda como una corteza, no os preocupéis, es así.
Recomiendo después de perder el calor guardar tapado en el frigo y consumir pasado por tostadora a rebanaditas.